miércoles, 13 de agosto de 2008

Castro cumple 82

A proposito de los 82 años de Castro quiero reproducir un estracto de una añeja entrevista hecha por los americanos de Playboy. Un analisis más vigente que nunca hoy.

Castro: (...) En la actualidad, la mayor preocupación de Estados Unidos parece ser encontrar una manera de evitar las revoluciones fuera de Estados Unidos. No cabe duda de que hoy Estados unidos representa a las ideas más reaccionarias del mundo. Y yo creo que estan causando un daño grave tanto al resto del mundo como al mismo pueblo de Estados Unidos.
Playboy: ¿Què quiere decir cuando habla de "ideas reaccionarias"?
Castro: Me refiero especialmente a su autoasignado papel de gendarme del mundo, a su deseo de imponer fuera de sus fronteras la clase de sistema de gobierno que piensa que otros estados y otros pueblos deberian tener. El hecho de que en algún momento Estados Unidos haya estado en la vanguardia revolucionaria y haya establecido las mejores y más avanzadas instituciones políticas de la época es uno de los factores históricos que más contribuyeron a la eminencia y al desarrollo de ese país. Eso, más las ventajas naturales de estar situado en un territorio extraordinariamente rico. Muchos norteamericanos todavía rememoran 1776, declarando que el suyo es aún un país progresista. Pero eso es pretender que las realidades del mundo y las ideas no han cambiado en 200 años. La verdad es que han cambiado profundamente. Aparte de esto, aunque Estados Unidos surgió como una nación basada en los principios más revolucionarios de su época, eso no significa que su historía se haya caracterizado por un humanismo profundo. En realidad, la sociedad capitalista deforma mucho a los individuos. Los enmaraña en una lucha egoista por la subsistencia. ¿Cuál es la fundamentación filosófica de la libre empresa? Que los más competentes, que los más capaces triunfarán. El éxito es el objetivo de cada individuo. Y éste tiene que lograrlo por medio de la competencia, en una guerra a muerte con todos los demás, en una lucha sin cuartel para poder existir. El capitalismo presupone que los hombres se mueven exclusivamente por intereses materiales. Asume que el hombre puede actuar bien, correctamente, sólo si puede lograr una ventaja o una ganacia por sus acciones (...)
(Reportaje publicado en Enero de 1967 a sólo 8 años del triunfo de la revolución cubana)

1 comentario:

  1. Amigo mio:

    Tú y yo tenemos mil cosas en común, pero políticamente siempre vamos a estar en orillas opuestas, lo cual es saludable y admirable en dos amigos tan unidos como nosotros. Espero que esas diferencias nunca malogren nuestra amistad.
    Te cuento que érase una vez un padre que tenía una hija adolescente. La muchacha era responsable, trabajadora, inteligente, tenía excelentes calificaciones y era la mejor alumna de su colegio, era mamacita, de buen apellido (3 mínimo) y obviamente de izquierda. La mejor amiga de la hija era una compañera de curso que por contraste era absolutamente floja, irresponsable, juerguera y por supuesto tenía muy malas notas. Estas dos muchachas no tenían casi nada en común excepto aquel idealismo izquierdista romántico típico de la juventud de los años 60.
    Soñaban juntas con un mundo sin pobreza, sin hambre, sin sufrimientos. Desdeñaban el capitalismo y culpaban a este sistema de todos los males del planeta. Anhelaban la igualdad de los hombres y la consideraban como lo más sublime y noble que un ser humano pueda concebir.
    El papá de la muchacha no pensaba lo mismo, ni tampoco le agradaba que su niña frecuentase a aquella amiga que en su opinión no era una buena influencia. Él comprendía, sin embargo, que hay cosas que no se pueden prohibir, y no limitaba aquella amistad, ni tampoco la libertad de expresión de su hija, a pesar de estar en desacuerdo.
    Un día, durante el almuerzo la hija comento a su padre que estaba muy apenada porque su amiga estaba a punto de reprobar el año por sus malas notas. A esto el padre le dijo – ya que tú tienes excelentes notas y tu amiga tiene malas notas, ¿por qué no hablas con tus profesores, para que tú le regales parte de tus notas, y así ella apruebe el año? Ella replicó indignada – pero papá, eso no es justo; yo me mato estudiando, hago todas mis tareas más trabajos extras, me desvelo haciendo proyectos, nunca falto a clases, y si le cedo mis notas ya no seré la mejor alumna. Ella en cambio sale días de semana, toma, se la pasa con su novio, falta a clases, no hace la mitad de sus tareas y apenas estudia para los exámenes. ¡No papá!, sería injusto que yo pierda notas que con tanto esfuerzo conquisté para darlas a quien no ha hecho el mínimo esfuerzo por obtenerlas.
    A esto el padre contestó:
    - Bienvenida al capitalismo.

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